viernes, 24 de agosto de 2012

Días de verano...


Por la mañana la gente entra a la libreria
con olor a piscina,
a mar,
a protector solar.
Con olor a verano.
Siempre entran con prisa,
como si fueran a perderse el día completo
por elegir durante unos minutos un libro que,
paradojicamente, los relaje

En cambio por la tarde,
por la tarde huelen a shampoo,
a colonia,
a café de merienda.
Entran con otra tranquilidad,
como si las pocas horas de luz que quedan fueran eternas.
Consultan, leen, se dejan enamorar por las portadas.
Hasta se dan el lujo de "pensárselo"
y volver luego.

Podría reconocer la hora del día
solo con el olfato.







Esta canción me huele siempre a verano (ademas es una de mis favoritas)

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